Fuego perenne desde el centro de las estrellas,
que alimentas la luz celeste de las mañanas
me inscribo al diámetro claro de tu círculo
y os convoco con la presencia de tu audiencia.
Cuando más bizarra la noche se ha cursado
sobrevividos al firme ataque de la locuraYa habituados a la noche conviviente
Próximo aguarda nos cenit deslumbrante.
La sombra y la niebla se ha espantado ida
Por su camino ahora nos encuentramos colmados de retoños
Apremiados, somnolientos, presumidos,
vivaces, lacónicos, empedernidos. Listos?
Rendidos, redimidos, concientes y vivos!
Tomá el chocolate de hoy ofrendado a tu esplendor.
1 comentario:
La mañana y la noche los contemplan, usted le canta a los caminos y a las lumbreras, a una compañera, y a una apetecible y reconfortante taza de chocolate mañanera.
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