miércoles, 5 de noviembre de 2008

Plazo Extendido

Existe en estos momentos, días y tardes enteras llenas de murmullo nuevo e inspiraciones cotidianas. Me acerco a ver que sucede y observo El Pasado, que fue, mantiene su influjo y se presenta al futuro, que no se presenta, con plazo extendido. No le concede oportunidad a réplica alguna. El primero habla y avanza; el segundo escucha y retrocede. El pasado dicta, y garboso desde su posición se mueve: hacia la derecha y manifiesta gloria y arrojo, valentía de hombres con más miedo a sus enemigos que a la muerte. Que suerte desdicha que los encontraba rodeados de envidia y encono. hacia la izquierda y avanza, con la misma fuerza de arar la tierra y entonces se encorva. Y los ojos , los pies, las manos, hacia abajo; atraídos pon fuerza tan descomunal que emula la gravedad. De pronto su voz se eleva de exaltación. Al joven futuro ,que escuchaba no muy complacido, la atención captura. Esa voz ya antes se ha exitado pero ahora es tan honda incluso partida, hueca. Entonces menciona la guerra, sus mirada se eleva, los ojos orbitan, por segundos se silencia y más rapido que un nuevo sonido, el viento fúnebre ha pasado conviertiendolo en mártir y deudo. Con último aliento termina hablando de las heridas de guerra y se abre el saco y el futuro mira a travéz de los agujeros la imagen del tiempo , corroido ya de sangre púrpura. El joven futuro que ha sacado libreta de apuntes y tinta que sostiene mano leve; no ha podido hacer más que intentar abrazarlo y cogerlo antes que cayera, mientras libreta y tinta desperdigabanse. Entre sus brazos yace ahora difunto el pasado con sonrisa de hielo, con saco de agujeros. Ahora el joven futuro que ha decidido sostener al viejo me mira, y yo que he observado el trance del difunto pasado, me he acordado de la libreta y la tinta.