jueves, 14 de mayo de 2009

Espejismo de elefantes celestes diluido

Hoy he perdido un par de elefantes celestes
Perdón, lo olvidaba, hace tiempo que andaban perdidos
Hoy creí descubrirlos y al verlos inmediatamente los elegí
olvidando al instante los círculos negros y los cuadrados acuosos.
Y para entonces los recibí envueltos y los hize míos,
grave error que los dejara cubiertos y los guardara en la fortuna
Crei todo el tiempo que permanecían ahí
y aunque los deseos de exhibirlos me invadían, allí los mantenía
al menos eso creía, hasta que por fin puede evitar el movimiento
me detuve y los busqué, no están , estaban, estan , deben !
mis manos buscaron hasta que mis dedos llegaron a las entrañas
la fortuna me había abandonado con un regalo todavía envuelto
Esque fue un espejismo, un espejismo atemporal en el tiempo
en que los elefantes comprobaban la emoción de mi encuentro
Se que ellos solo observan, que son medios y no reaccionan
que no es su motivo el que los guía, pues de maya son ciervos
Desde la primera vez, que recuerdo que se fueron, no habían vuelto
aunque la intuición de anteriores regresos me es certera
Se que están perdidos, que de mi se alejan y que no son míos.
Todo el tiempo ausentes desde el día que se fueron
hoy en cambio su espejismo estuvo segundos presente.
! Hay benditos elefantes, aretes, de plata, celestes!

martes, 12 de mayo de 2009

Sobre la insignificancia

Esta entrada es para recordar la lección de esta semana.
SOMOS SERES INSIGNIFICANTES!!!
Que modificamos el entorno a nuestro antojo, es cierto!
que afectamos,que jodemos, que herimos, es cierto =
que observamos, analizamos, comparamos y decidimos
que elegimos, que propagamos, que distorsionamos
que organizamos, que reunimos, que edificamos.
En fin
que hacemos lo que carajos nos da la gana, igual lo es.
Sin embargo y pese a todo, huespedes somos
parásitos de la tierra, la magna tierra
que con una sola erupción nos calla
con solo algunos vientos y tormentas, desplaza
con pequeños movimientos internos, paraliza
y que con cada aliento, nos dice:
Mirate, que pequeño, tan insignificante
Y todo es parte de la saga amaga de emigrantes
HAsta que ... el heroe retorne.
Si vivo si muerto , da igual?

sábado, 9 de mayo de 2009

REIR LLORANDO

Viendo a Garrik —actor de la Inglaterra— el pueblo al aplaudirle le decía: «Eres el mas gracioso de la tierra y el más feliz...» Y el cómico reía. Víctimas del spleen, los altos lores, en sus noches más negras y pesadas, iban a ver al rey de los actores y cambiaban su spleen en carcajadas. Una vez, ante un médico famoso, llegóse un hombre de mirar sombrío: «Sufro —le dijo—, un mal tan espantoso como esta palidez del rostro mío.»Nada me causa encanto ni atractivo; no me importan mi nombre ni mi suerte en un eterno spleen muriendo vivo, y es mi única ilusión, la de la muerte». —Viajad y os distraeréis. — ¡Tanto he viajado! —Las lecturas buscad. —¡Tanto he leído! —Que os ame una mujer. —¡Si soy amado! —¡Un título adquirid! —¡Noble he nacido! —¿Pobre seréis quizá? —Tengo riquezas —¿De lisonjas gustáis? —¡Tantas escucho! —¿Que tenéis de familia? —Mis tristezas —¿Vais a los cementerios? —Mucho... mucho... —¿De vuestra vida actual, tenéis testigos? —Sí, mas no dejo que me impongan yugos; yo les llamo a los muertos mis amigos; y les llamo a los vivos mis verdugos. —Me deja —agrega el médico— perplejo vuestro mal y no debo acobardaros; Tomad hoy por receta este consejo: sólo viendo a Garrik, podréis curaros. —¿A Garrik?—Sí, a Garrik... La más remisa y austera sociedad le busca ansiosa; todo aquél que lo ve, muere de risa: tiene una gracia artística asombrosa.—¿Y a mí, me hará reír? —¡Ah!, sí, os lo juro, él sí y nadie más que él; mas... ¿Qué os inquieta? —Así —dijo el enfermo— no me curo; ¡Yo soy Garrik!... Cambiadme la receta. ¡Cuántos hay que, cansados de la vida, enfermos de pesar, muertos de tedio, hacen reír como el actor suicida, sin encontrar para su mal remedio! ¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora! ¡Nadie en lo alegre de la risa fíe, porque en los seres que el dolor devora, el alma gime cuando el rostro ríe! Si se muere la fe, si huye la calma, si sólo abrojos nuestra planta pisa, lanza a la faz la tempestad del alma, un relámpago triste: la sonrisa. El carnaval del mundo engaña tanto, que las vidas son breves mascaradas; aquí aprendemos a reír con llanto y también a llorar con carcajadas. Juan de Dios Peza